EL BLOG DE LA SEÑORITA ANGUSTIAS

UN INTENTO DE ACERCARME A MI ALUMNADO

CON ESTAS NUEVAS TÉCNICAS.

jueves, 29 de abril de 2010

RECUERDOS INOLVIDABLES

Había vuelto de mi viaje por el mundo, por fin lo había conseguido.

Mi sueño de dar la vuelta al mundo se había cumplido.

Me sentía como nunca.

Aún recuerdo los bosques de Suecia, la naturaleza salvaje de Rusia o el exótico Japón. No sabía que hacer después de haber completado todas mis metas.

Conseguí ser informático y ganar el dinero suficiente para dar una vuelta al mundo.
La vida ya no parecía tener sentido, pero si algo me gustaba hacer cuando me sentía sin ganas de nada, era sin duda alguna leer. Aún recuerdo cuando tenía 10 años lo mucho que me gustaba leer la historia de los países. Me fuí a mi ciudad natal que estaba en Rumanía y me encontré con todo lo que había dejado atrás hace muchos años. Aún recuerdo como jugaba por la calle a los 4 años. No podía sentirme más extraño pensando en los años que dejé atrás para mudarme al extranjero y conseguir empleo. Mis años de infancia que perdí por no estar en mi país me hacían sentir tristeza. Ni siquiera me había enterado de que mi abuela había perecido por cáncer. Me fuí al cementerio y le llevé unas flores y estuve todo el mediodía recordando los buenos recuerdos que pasé con ella cuando era pequeño. Mi abuela siempre me había apoyado en todo lo que hice.

Me compré una pequeña casa en mi pueblo natal. Compré muchos libros y me pasaba el día entero leyendo sobre historias.

El tiempo pasó enseguida. Había aprendido lo que más quise saber y seguía teniendo la sensación de que me faltaba algo por hacer en mi vida. Mi pueblo tenía mucha historia, había calles de más de 100 años de historia. Los niños estaban ilusionados yendo a jugar al fútbol y había también alguno que otro que estaba leyendo.

Había descubierto lo que me faltaba, estar con mi familia. Habían pasado 19 años desde la ultima vez que vi a mi hermano. Pensé que no quería saber nada de mi. Mi antigua casa estaba frente a la mía. No había cambiado nada, era la misma casa en la que vivían mis abuelos. La casa tenía más de 100 años pero estaba intacta. Mis padres estaban en un banco sentados como si estuvieran esperando algo. A mi hermano no lo veía por ninguna parte. Mantuve la respiración y entré en la casa. Mis padres me observaron como si no me conocieran. Cuando les dije que era yo vinieron a darme un abrazo y me preguntaron que había echo todos estos años. Les dije que cumplí mis metas de ser informático y de dar la vuelta al mundo. Cuando les pregunté donde estaba mi hermano no me respondieron, se lo volví a preguntar y me dijeron que había muerto. Un coche lo atropelló yendo para el trabajo. No podía creerlo. Ya no tenía ninguna ilusión por vivir.
Sin mi hermano no me sentía con fuerzas para continuar.
Me fui de nuevo al cementerio con flores y allí estaba la tumba de mi hermano. Me puse a llorar como nunca pensando cuando era solo un bebé o cuando tenía 5 años.
Sentía como si mi alma se desplomara del dolor por la pérdida de mi ser más querido.
En aquel momento me desplomé en el suelo y perdí el conocimiento y la vida.


Claudio Miu Nicolae 6ºB
Curso 2009-2010

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