EL LAGO DEL PARQUE

Fito es un patito que vive con sus papás y con sus hermanos y hermanas en un lago que está en un terreno muy alto, muy alto. Es el más pequeñito y, cuando los demás se van a buscar alimento, él se queda solo en el lago. Su mamá siempre le dice:
-Fito, no te muevas ni salgas del nido porque eres muy pequeño, todavía no sabes nadar y te puedes ahoga.
El patito, que es muy travieso y muy curioso, no hace caso a su mamá y, cuando se van todos, él da un impulsito y comienza a nadar. Así puede ver los lagos, las bicicletas, las mariposas, los columpios, los toboganes, el parque con los niños y niñas... Pero un día..., ¿sabéis lo que pasó? Pues que sopló un viento muy fuerte que sonaba:fiuuu, fiuuuuuuu, fiuuuuu. Como Fito pesaba muy poquito, el viento lo arrastraba y empezó a hundirse, a hundirse, a hundirse... Fito estaba muy asustado y, mientras se hundía, gritaba:
-¡Socorro, socorro, socorro...! Pío escuchó sus gritos y, rápidamente, lo cogió con su pico y lo subió a la superficie.
-Gracias, muchas gracias por ayudarme -le dijo Fito.
Desde entonces son amigos. Pío va todos los días al lago de Fito y, cuando se van sus papás y hermanos, le enseña a nadar.


Fiti es un pajarito que vive con sus papás y con sus hermanos y hermanas en un nido en un árbol muy alto, muy alto. Es el más pequeñito, y, cuando todos los demás se van a buscar alimento, él se queda solo. Al igual que Fito, aunque la diferencia es que Fito es un patito y Fiti un pajarito.
Cada vez que lo dejan solo pega un saltito y empieza a volar. Ambos tienen la misma historia hasta que aprendieron a volar. Su mamá está muy orgullosa de él porque ha aprendido a volar él mismo. Cada vez que uno de los dos necesita ayuda, se ayudan mutuamente.



Tras un tiempo ambos echaron a volar para formar su propio hogar. Fito conoció a Fita y junto a ella formó una familia. Varios de sus pequeños no sabían nadar, así que Fito se puso las pilas con el motivo de que sus pequeños aprendieran a nadar.
Fiti, su pequeño amigo formó una familia con Cuca. Sus criaturas tardaron más en salir del cascarón porque su mamá no los cuido a menudo. Su mamá estaba muy preocupada por sus criaturas. Hasta que de repente el cascarón se rompió y de cada huevo salió un pajarito.

Algunos de los pequeños de Fito no sabían nadar, pero los pequeños de Fiti por el contrario todos sabían volar.


Un día Fiti decidió llevar a sus hijos al lago, donde se encontraba el nido en el que había nacido. Aún resistía el nido de Fiti y sus hermanos. Esto lo conmovió mucho. Algún día vosotros echaréis a volar -dijo Fiti.


En efecto un día cada pequeño echó a volar y nunca más los volvió a ver. Cada uno realizó su vida, pero cada uno a su manera.

Rosario de lourdes González Amaya 6ºB
Curso 2009-2010